En agosto del 2013, me encontraba en la salida de mi maratón número 21, en el campeonato mundial de atletismo master en Porto Alegre Brasil. No sentía ninguna emoción. Aquello que experimentaba al correr una maratón ya no existía, hasta me pregunté unos segundos antes de la largada: “Que estoy haciendo aquí?”. No obstante, el disparo de salida se dio y combinando 20 min de carrera con cinco minutos de caminata normal, termine la maratón en 4”:20.
En el recorrido, me llamó la atención la participación de un marchista quién me sobrepasaba en mis tramos de caminata normal y a quién lo sobrepasaba en mis tramos de carrera. En ese momento, el interés que tenía frente a la marcha era que el marchista no llegara antes que yo a la meta en esa maratón. Al final, llegue delante del marchista, no obstante, era sorprendente para mí que un marchista fuera al mismo ritmo que yo.
La desmotivación por el running continuó y esta vez se intensificó porque, cada vez que salía a entrenar, se convertía en una molestia. Desde el inicio de cada práctica, aparecían dolores lumbares, así como en rodilla. En las sesiones de fartlek, era incomodo el dolor que sentía en la rodilla izquierda.
He pasado por deportes como el futbol, el judo y el ciclismo, pero, finalmente, el atletismo fue el deporte que me cautivó. A pesar de esto, después de 25 años de práctica esa llama comenzó a apagarse. Preocupado por no convertirme en un sedentario y dejar de tener actividad física, un día del 2016, decidí probar en la marcha atlética y ver si se reducía el dolor lumbar por el impacto que se generaba al correr.
Mi primer experimento de 5K fue un éxito, pues no se vio afectada la parte lumbar, no me sentí agitado y, al terminar, no estaba cansado. Continué con esta práctica que, a pesar de haber traído en un inicio, dolores en los músculos tibiales y lumbares (diferentes a los que sentía al correr), después del primer mes de práctica, desaparecieron por completo tal y como sucedió con la molestia en la rodilla izquierda.
Cada vez me sentía mejor y sin ningún tipo de dolor. Paralelamente, veía videos y leía sobre la marcha atlética. La motivación comenzó a renacer y llegó la hora de hacer un examen de ingreso, mediante la participación en una prueba de esta modalidad. Fue así que me inscribí en el Campeonato Distrital de Atletismo Master en 5.000 m marcha y 10.000 metros en pista atlética.
Llegó el día de la primera prueba, los 5000 m marcha. La prueba se disputaba con 5 damas mayores de 60 años y cinco varones entre los 45 y 70 años. Entre los veteranos, estaba Ernesto Alfaro quien participo en marcha en los juegos olímpicos de Montreal ‘76 y Moscú ‘80, más (esto yo no lo sabía).
Los marchistas me saludaron y se alegraron de ver un nuevo marchista que se adhería al muy reducido gremio de los marchistas en Colombia.
“Todos a la línea de salida” dijo el juez que posteriormente dio las explicaciones del reglamento mostrando la paleta roja y amarilla. “Listos…¡ya!”, y comenzó la prueba.
¡No podía creerlo!, ¡que angustia! Tras mis primeros segundos en competencia, todos los marchistas comenzaban a alejarse con una aceleración que aumentaba en cada paso que yo daba. A pesar de la energía que invertía, más se alejaban los competidores. Esto hacía sentirme con la velocidad de una tortuga frente a los guepardos en la sabana africana. Parecía que tuviera un lastre que no me permitía avanzar. Los marchistas me sacaban una, dos, tres, cuatro y hasta cinco vueltas de ventaja. Sin embargo, permanecí en la prueba y, cada vez que me sobrepasaban, los competidores me animaban y me alentaban a que no me rindiera.
Los marchistas fueron llegando a la meta mientras yo seguía aun en la pista, pero cada vez que pasaba por la meta, los marchistas me animaban con ímpetu. Nuevamente, la motivación empezó a avivarse gracias a Pedro Antonio Barrera, Ernesto Alfaro, Orlando Villamizar y Edgar González . Por cierto, creo que no hace falta señalar qué lugar ocupé.
Finalmente, termine la prueba extremadamente agotado y con un nuevo registro personal de 38:04, pues en los entrenamientos me había sobreestimado. Mis compañeros se reunieron entorno a mí para darme la bienvenida a la marcha y darme “toneladas” de explicaciones sobre cómo mejorar la técnica para que las pusiera en práctica y volvernos a ver en el siguiente torneo. Al día siguiente, a correr los 10K en pista, solo puede permanecer dos kilómetros, y me vi obligado a retirarme, esfuerzo realizado el día anterior, había pasado su factura.
Durante los siguientes dos años, mejoré la técnica, mejoré los tiempos y participé en el campeonato mundial de atletismo máster del 2018, 5000 m, 10.000m y 20.000 m (todos en marcha).
Con esta nueva experiencia, encontré que la marcha no solamente sirve para motivarse, sino también para recuperarse de lesiones y de alargar la vida deportiva en el atletismo, pues todos sabemos que correr durante muchos años, hace que probablemente tu cuerpo reclame con una lesión.
Si ya no puedes volver a correr, existe esta otra alternativa que incluso es una excelente oportunidad para iniciarse en el deporte, la ventaja de esta disciplina, es que se puede iniciar sin molestia alguna.
La marcha es la modalidad del atletismo que tiene tres características únicas que ningún otro deporte tiene y estas son: la condición física, la técnica y la personalidad (se requiere mucha personalidad para salir a entrenar sin que llames la atención, o que generes algún comentario inapropiado).
Es hora de transmitir el conocimiento adquirido y de construir una nueva tribu. Es tiempo de compartir lo aprendido. Soy entrenador certificado por el Centro Internacional de Formación Deportiva Alto Rendimiento y creé el plan de entrenamiento “Marcha para Todos” para iniciarse en la práctica de la marcha atlética y planes específicos para diferentes distancias enfocados a deportistas aficionados que estén interesados en competir o que simplemente tengan pasión por el Fit Walking, esta nueva disciplina que se está imponiendo en Europa para las personas cuyo interés es el fitness.
Pronto se lanzará el sitio web especializado en Marcha Atlética donde se ofrecerán planes de entrenamiento de marcha personalizados y que además será el primero que utilice el sistema de manifestación de confianza inversa.
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